La naturaleza ha sido continuamente considerada una musa inspiradora para los arquitectos. Colores y formas del mundo natural están incrustados en construcciones artificiales. Los edificios también están formados por patrones de viento y sol, topografía y vegetación. Mientras que la arquitectura se alimenta de los efectos de la naturaleza, los edificios se han propuesto como objetos inertes que permanecen estáticos en un mundo en evolución biológica. Las "junglas" antropocéntricas de hormigón están desprovistas de vida, separando a los humanos de los entornos naturales y provocando desequilibrios que se han manifestado en forma de pandemias. Pero, ¿cómo serían las ciudades si no hubiera fronteras entre humanos y ecosistemas?
Liam Young es un arquitecto especulativo, diseñador de productos y director que opera en los espacios entre el diseño, la ficción y los futuros. Se especializa en el diseño de entornos para la industria del cine y la televisión, bajo la convicción de que crear mundos imaginarios nos otorga la capacidad de conectarnos emocionalmente con las ideas y los desafíos de nuestro futuro.
Después de siglos de colonización, globalización y períodos interminables de extracción económica y expansionismo, los humanos han reconstruido el mundo desde la escala de la célula hasta la placa tectónica. Young sugiere en una charla de TED: “¿Qué pasaría si revirtiéramos radicalmente esta expansión planetaria? ¿Qué pasaría si nosotros, como humanos, llegamos a un consenso global para retirarnos de nuestra vasta red de ciudades y cadenas de suministro enredadas a una metrópolis hiperdensa que albergue a la totalidad de la población de la tierra?
Es bien conocido que la industria de la construcción se encuentra entre una de las mayores productoras de CO2. Aunque se ha avanzado mucho en la tecnología y en los procesos de diseño y construcción, todavía queda un largo camino por recorrer para reducir al mínimo o casi a cero las emisiones de carbono en el desarrollo de los hábitats construidos.
La industria de la tecnología en Japón ha seguido sirviendo como una fuerza impulsora fundamental, y todo el país es conocido por sus innovaciones tecnológicas en varias industrias. Últimamente, la mayoría de las industrias y empresas han comenzado a cambiar su enfoque hacia el tema del desarrollo sostenible, con la inclusión de estas mismas tecnologías para trabajar hacia objetivos de energía cero.
Dado que la emergencia climática se presenta como una amenaza grave y existencial, es crucial que el camino hacia el carbono neto cero se reanude a gran escala tanto en un sentido arquitectónico como comercial. En todo el mundo, se han renovado los esfuerzos en un intento de hacer frente a lo casi inconcebible. Según el informe de estado global de edificios y construcción de 2019, el sector de edificios y construcción representó el 36% del uso de energía final y las emisiones de carbono relacionadas con el proceso en 2018. Aunque las emisiones de carbono se redujeron temporalmente durante el pico de la pandemia, se establecen para volver rápidamente a las cifras anteriores.
Esta frase llamó la atención durante la conferencia de Diébédo Francis Kéré en el AAICO (Congreso Internacional de Arquitectura y Arte), que tuvo lugar en Oporto, Portugal, entre el 3 y el 8 de septiembre de 2018. Tras ser presentado nada menos que por Eduardo Souto de Moura, Kéré inició su intervención con la sencillez y la humildad que guían su trabajo. Sus obras más conocidas se construyeron en lugares muy remotos, donde los materiales son escasos y la mano de obra son los propios vecinos, utilizando recursos y técnicas locales.
En la segunda mitad del siglo XX, con la masificación del automóvil y un crecimiento demográfico exponencial, ciudades alrededor del mundo se expandieron de manera acelerada. El caso de Santiago, Chile, no fue ajeno, caracterizándose por una mancha urbana extensa y fragmentada que ha derivado en una fuerte dependencia del automóvil, degradación ambiental y consumo de suelo agrícola. Con una falta de planificación y políticas que apunten a un desarrollo urbano sostenible, el resultado es una ciudad más contaminada y menos verde; un escenario muy alarmante considerando la crisis climática a la que nos enfrentamos.
Solar Greenhouse es un invernadero diseñado para la generación de energía y el cultivo autosuficiente de alimentos. Sus autores lo definen como el próximo paso hacia una transformación agrícola más ecológica y un avance en la lucha contra la pobreza alimentaria y energética. El proyecto ha sido llevado a cabo por un grupo de estudiantes, profesionales y expertos —del Máster en Edificios Ecológicos Avanzados y Biociudades (MAEBB) del Instituto de Arquitectura Avanzada de Cataluña (IAAC) Valldaura Labs— y ha sido construido en el parque natural de Collserola, a las afueras de la ciudad de Barcelona.
“Calles compartidas”, el proyecto del Laboratorio de Innovación Urbana Ciudad Emergente, fue reconocido en los premios Scroll of Honour por el impacto urbano que tuvo la transformación de ciertas calles de Santiago, Chile, en espacios de encuentro capaces de reducir considerablemente la huella de carbono de la ciudad. La iniciativa de ONU-Hábitat, busca incentivar el trabajo de quienes se dedican a innovar en el campo del desarrollo urbano sostenible. En esta versión, las 80 candidaturas fueron evaluadas en función a sus respuestas ante la crisis producida por la actual pandemia y al tema del Día Mundial del Hábitat 2021, "Acelerar la acción urbana para un mundo libre de carbono", así como por su potencial de replicabilidad en distintas ciudades alrededor del mundo. Conoce a continuación los cinco ganadores que se destacaron por la resiliencia, sostenibilidad e inclusividad de sus propuestas.
La crisis climática, la escasez de recursos y la inequidad socio-espacial son algunos de los desafíos que enfrenta a la fecha la disciplina arquitectónica y el rubro de la construcción. Desde la altiplanicie chilena, territorio marcado por su riqueza de tesoros naturales y culturales en contraste con los escasos recursos naturales del desierto, la Fundación Altiplano nos invita a repensar la restauración patrimonial desde el enfoque de la sustentabilidad, la conservación en comunidad y los procesos participativos. El modelo construido e implementado junto a las mismas comunidades, levanta desde los saberes ancestrales y el uso de materiales locales, no solo algunas respuestas sino también las interrogantes claves para enfrentar el convulso contexto en el cual nos situamos.
Uno de los aspectos más desafiantes de este cambio será satisfacer las crecientes demandas de enfriamiento de una manera ecológica. El enfriamiento es innatamente más difícil que el calentamiento: cualquier forma de energía puede convertirse en calor, y nuestros cuerpos y máquinas generan calor de forma natural incluso en ausencia de sistemas de calefacción activos. El enfriamiento no se beneficia igualmente de la generación espontánea, lo que a menudo hace que su implementación sea más difícil, más costosa o menos eficiente. El calentamiento global y sus efectos tangibles solo exacerban esta realidad, intensificando una demanda acelerada de sistemas de refrigeración artificial. En su forma actual, muchos de estos sistemas requieren grandes cantidades de electricidad y dependen en gran medida de los combustibles fósiles para funcionar. El sector de la construcción debe encontrar maneras de satisfacer la creciente demanda de refrigeración, eludiendo simultáneamente estos efectos insostenibles.
https://www.archdaily.cl/cl/956540/enfriar-los-interiores-sera-el-desafio-arquitectonico-del-futuroLilly Cao
Pareciera que con la gentrificación de la Ciudad de México surgió el concepto de “huertos urbanos”, un modelo de autonomía alimentaria que no solo nos provee de productos orgánicos, frescos y ready to eat, sino que embellece el paisaje urbano y nos reconecta con la naturaleza. Sin embargo, no hay nada más equivocado que concebir la agricultura urbana como un asunto de moda.
A través de una encuesta de 2016 realizada a 400 empleados en los Estados Unidos, Saint Gobain descubrió que los ocupantes de los edificios de oficinas habitualmente se quejaban de la mala iluminación, la temperatura, el ruido y la calidad del aire, reconociendo la importancia de mejorar la iluminación y el confort térmico en los edificios al mismo tiempo que mantener un bajo consumo energético y la libertad de diseño para arquitectos y clientes. Su solución fue SageGlass, un innovador vidrio creado por primera vez en 1989 y desarrollado a lo largo de las últimas tres décadas. El vidrio, que cuenta con un acristalamiento dinámico que protege del calor solar y el deslumbramiento, optimiza simultáneamente la entrada de luz natural. Una solución estética y sostenible, que se adapta a las condiciones externas disipando la necesidad de persianas o parasoles.
https://www.archdaily.cl/cl/960287/mas-luz-natural-menos-deslumbramiento-y-calor-como-funciona-el-vidrio-que-se-tine-automaticamenteLilly Cao
Ya hemos presentado a los materiales Km 0: se pueden adquirir localmente, no necesitan ser transformados por grandes etapas de procesamiento industrial o tratamientos tóxicos y, al final de su vida útil, pueden ser devueltos al medio ambiente.
Por ejemplo, madera de árboles cercanos, a tan solo pocos kilómetros, que eliminan la necesidad de largos traslados, valorizando los recursos locales, y permitiendo una arquitectura de menor impacto ambiental y más involucrada con el territorio.
Muchas veces no he podido descifrar si una edificio repleto de árboles encajaba bien en la categoría de "sustentable". De la misma manera, tuve que convencer a amigos y familiares, es decir, personas que no están familiarizadas con la idea, de que este podía estar muy lejos de serlo.
Pareciera que la gran mayoría del marketing contemporáneo en arquitectura sostenible apunta al greenwashing. Ya no existe una brecha clara entre lo que realmente puede o no contribuir a la creación de ambientes más saludables. Cuando llevamos esto a las viviendas, lo que más se construye en el planeta, se vuelve un asunto preocupante.
Muchas veces no he podido descifrar si un edificio repleto de árboles encajaba bien en la categoría de sustentable. De la misma manera, tuve que convencer a amigos o familiares, es decir, personas que no están familiarizadas con la idea de infraestructura verde, de que este podía estar muy lejos de serlo.
La gran mayoría del marketing contemporáneo en arquitectura sostenible corresponde principalmente al greenwashing. Ya no existe una brecha clara entre lo que realmente puede o no contribuir a la creación de ambientes más saludables. Cuando llevamos esto a las viviendas, lo que más se construye en el planeta, se vuelve un asunto preocupante. Entonces nos preguntamos, ¿Qué hace que una casa sea "verde"?
En un artículo de Common Edge, hablé brevemente de un concepto que llamo la "Mentira del triple fondo", que postula que más personas, más un mayor consumo de cada persona, más un sistema económico completamente dependiente de los elementos antes mencionados, pueden seguir funcionando para siempre, sin consecuencias. Históricamente, Estados Unidos ha aceptado el significado económico del crecimiento sin fin porque redujo el conflicto de clases. Sin embargo, nos estamos acercando a los límites del crecimiento, tanto desde el punto de vista de los recursos (nos estamos quedando sin materias primas) como desde el punto de vista tecnológico (nuestros inventos son cada vez menos revolucionarios).
https://www.archdaily.cl/cl/956513/el-crecimiento-sostenible-sin-fin-es-un-oximoronChristopher L. Cosper