El espacio se ha convertido en un lujo en muchas de las ciudades más densamente pobladas del mundo, una realidad cada vez más difícil de ignorar. Mega Ciudades como Tokio, Shanghái, Bombay, Ciudad de México y São Paulo superan ya los 20 millones de habitantes, mientras que otros centros urbanos de Asia y África continúan expandiéndose rápidamente. Entre ellos destaca Delhi: si se mantienen las tendencias actuales, se prevé que se convierta en la ciudad más poblada del mundo en 2028. A medida que estas ciudades crecen, las viviendas —especialmente las de nueva construcción— responden a una nueva lógica: los metros cuadrados se reducen, el mobiliario se adapta y la vida cotidiana aprende a encajar y prosperar en entornos de alta densidad. Este cambio no se relaciona solo con el tamaño; refleja una nueva forma de habitar. Donde antes dominaba la amplitud, ahora prevalece la densidad. Cada rincón adquiere valor espacial y comercial, y la cocina se perfila como uno de los mayores retos del diseño habitacional contemporáneo.
En 1999, Birgit Lohmann y Massimo Mini cofundaron designboom, la autodenominada “primera revista online de arquitectura y diseño”. Siete años más tarde, Facebook saltó de las universidades estadounidenses al público en general, mientras en Twitter se publicaba el primer tweet. Desde estos últimos hitos han pasado 16 años.
Si bien 16 años en arquitectura son un breve periodo, en la historia de internet los medios digitales y las redes sociales están lejos de ser considerados como emergentes, pues conforman el núcleo del actual modelo de Web 2.0, caracterizado por una interacción dual entre quienes producen y consumen contenido: sharing, liking, remixing, reposting.
De hecho, la velocidad y la magnitud de las transformaciones que han vivido y que también han impulsado los medios digitales de comunicación nos permiten la oportunidad de comenzar a escribir los apuntes para una historia de la era digital y su impacto en la arquitectura.