Con la mayor parte del mundo viviendo en ciudades y pueblos en crecimiento, las personas tienden a pasar la mayor parte de su tiempo en espacios interiores. Cuando no estamos en casa, estamos trabajando, aprendiendo o incluso participando en actividades de esparcimiento en entornos cerrados. Sumando todo, pasamos el 90% de nuestro tiempo en el interior. Por lo tanto, es esencial garantizar una calidad ambiental interior cómoda, productiva y saludable, siguiendo parámetros bien regulados y prácticas de diseño que consideren la temperatura, la iluminación, la contaminación acústica, la ventilación adecuada y la calidad del aire que respiramos. Esto último es especialmente importante, ya que, al contrario de lo que podríamos pensar, la contaminación del aire es mucho mayor en interiores que en exteriores.
En algunos casos, la cubierta puede convertirse en el elemento con la principal carga expresiva de un proyecto arquitectónico. La bóveda catalana -también conocida como bóveda tabicada valenciana- se estableció como un recurso constructivo de alta popularidad en las regiones de España a partir del siglo XIX, presentándose como una solución adecuada para la construcción de viviendas por su bajo costo material y su gran velocidad de ejecución. Con la capacidad de salvar luces de incluso treinta metros por módulo, esta técnica logró adecuarse a los requerimientos de la arquitectura industrial, empleándose incluso en talleres, fábricas y depósitos.
En los últimos años la arquitectura europea se ha volcado hacia la renovación y remodelación de edificios y centros históricos con el fin de frenar la expansión urbana horizontalmente y promover el desarrollo equitativo de las ciudades.
Esta tendencia no sólo se ha convertido en un aporte hacia la densificación y revitalización de sectores deprimidos, sino también ha permitido que familias que habían sido desplazadas hacia la periferia habiten el centro y mejoren su calidad de vida.
El agua, en arquitectura, evoca reflexión, calma y bienestar. El elemento ha influido por siglos en el diseño a través de su naturaleza dinámica y fluida. Con los avances tecnológicos recientes, los arquitectos han creado inesperadas, estratégicas e innovadoras intersecciones entre el diseño y el H2O.
A continuación, presentamos un resumen de piscinas cubiertas que resaltan la aplicación de agua en diferentes espacios, mostrando su relación con la materialidad y el uso.
La pizarra es un producto mineral, totalmente inerte y ecológico, con un proceso de producción sencillo y eficiente. Es uno de los productos naturales más versátiles, adaptándose a cualquier proyecto como material de revestimiento, ya sea en cubierta, piso o fachada.
Dentro de sus propiedades se encuentra la resistencia a las temperaturas extremas, una durabilidad superior a 100 años y una alta impermeabilidad, garantizando un buen rendimiento en cualquier condición climática. Su diversidad de formas, tamaños y texturas, permiten una multiplicidad de combinaciones invitando a los arquitectos a despertar su lado creativo.
A continuación, revisa 7 viviendas ejemplares que han utilizado la pizarra como material envolvente.