En la construcción, cada tarea requiere herramientas específicas y cada necesidad, una solución particular. Aspectos como la tipología del edificio, los requisitos constructivos, la generación de residuos, los tiempos de ejecución y el contexto influyen directamente en la calidad y complejidad de la obra, lo que hace fundamental basar las decisiones de especificación en estos factores. Los métodos tradicionales pueden dificultar el proceso debido a su rigidez y limitaciones, lo que hace necesario recurrir a enfoques más eficaces y flexibles que se adapten a las demandas específicas de cada proyecto. Esto es común en obras de vivienda, hoteles y hospitales, donde la rapidez y el rendimiento son esenciales. En estos casos, las soluciones liviano-secas, —que utilizan placas de Volcanita o fibrocemento sobre estructuras metálicas livianas— representan una alternativa eficaz, con buenas prestaciones, mejorando la funcionalidad y, por ende, la experiencia del usuario.
https://www.archdaily.cl/cl/1025342/guia-para-especificar-soluciones-constructivas-sosteniblesEnrique Tovar
La forma en que los espacios son percibidos y vivenciados va mucho más allá de la estética—ellos influyen directamente en las emociones, pensamientos e incluso en la creatividad. En la práctica es fácil notar cómo ambientes amplios y con techos altos generalmente transmiten una sensación de libertad e inspiración, mientras que espacios más pequeños y cerrados tienden a inducir enfoque e introspección. Este fenómeno no es solo una impresión subjetiva, sino algo estudiado científicamente. El antropólogo Edward T. Hall, en la década de 1960, acuñó el término Efecto Catedral para describir cómo la altura de los techos impacta en la cognición y el comportamiento. Investigaciones más recientes profundizan en esta idea, demostrando cómo la arquitectura moldea nuestras decisiones y estados emocionales en diferentes ámbitos.
Históricamente, el baño público fue una necesidad fundamental para la higiene, dando origen a baños comunitarios en regiones donde los baños privados eran una rareza. En Japón, por ejemplo, los baños sento surgieron a principios del período Edo, sirviendo como instalaciones esenciales cuando la mayoría de los hogares carecían de sus propios espacios de baño. De manera similar, en otras partes del mundo donde la plomería y la gestión del agua eran consideradas lujos, los baños públicos compartidos se convirtieron en componentes vitales de la vida urbana. Con el tiempo, estos espacios evolucionaron más allá de su función, convirtiéndose en lugares para socializar, relajarse y escapar temporalmente de las rutinas diarias.
Sin embargo, en la era moderna, los baños privados se han vuelto omnipresentes en los hogares contemporáneos, abordando efectivamente las preocupaciones de higiene que alguna vez hicieron que las casas de baño públicas fueran indispensables. Con el auge de espacios sociales alternativos—cafés, centros de fitness, bares y salones de jazz—el baño comunitario tradicional ya no cumple la misma función esencial. Si bien algunos aún pueden apreciar el aspecto social del baño público, la incomodidad de cambiarse de ropa y mojarse frente a extraños puede disuadir a muchos de participar en la experiencia.