Eduardo Souza

Editor Senior de Brands & Materials en ArchDaily. Arquitecto y máster por la Universidad Federal de Santa Catarina (UFSC).

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Aplicaciones contemporáneas de los materiales en la arquitectura española

España combina diversidad cultural y una larga tradición constructiva que se refleja directamente en su arquitectura. El país alberga escuelas influyentes, una producción teórica constante, una generación activa de arquitectos y una industria de la construcción consolidada, con sólidas capacidades en innovación, estandarización y exportación. La arquitectura española contemporánea se caracteriza por la pluralidad de enfoques y por la articulación entre la tradición material, la tecnología y el rendimiento.

En este contexto, los materiales desempeñan un papel central en la concepción, la expresión y la funcionalidad de los edificios. El acero, el vidrio, el ladrillo, la piedra y la madera siguen siendo recursos esenciales en la práctica arquitectónica, pero su papel va mucho más allá de la materia prima. Una vez procesados industrialmente, estos materiales se transforman en una amplia gama de productos y sistemas, como paneles técnicos, fachadas ventiladas, componentes estructurales, revestimientos extruidos y sistemas de brise-soleil.

Construyendo ciudades para la infancia: calles que desaceleran, juegan y enseñan

Históricamente, la noción de infancia tal como la entendemos hoy no existía y, hasta la Edad Media, los niños eran vistos como adultos en miniatura. Según el historiador Philippe Ariès, recién a partir del siglo XVII la infancia comenzó a entenderse como una etapa diferenciada del desarrollo, que requiere cuidados, educación y protección específicos. Sin embargo, este reconocimiento progresivo no siempre se ha reflejado de forma coherente en el diseño y la organización del espacio urbano.

¿Qué capa permanece? Restauración, identidad y diseño contemporáneo en España

El teórico André Corboz, conocido por sus aportes a la lectura crítica del territorio, propone que las ciudades deben entenderse como un palimpsesto. Es decir, una superficie reescrita continuamente, donde las huellas de capas anteriores permanecen visibles incluso después de sucesivas intervenciones. Para él, la ciudad no es una entidad estática, sino un organismo en constante transformación, donde se superponen capas históricas, funcionales y simbólicas. Por ello, trabajar en proyectos de restauración o rehabilitación de edificios históricos es especialmente complejo, y exige una reflexión cuidadosa sobre el enfoque a adoptar: ¿deben las ampliaciones y renovaciones buscar una coherencia total con el lenguaje original, o afirmarse como expresiones arquitectónicas de su propio tiempo?