- Año: 2013
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Casi todos los proyectos se inician con una visita a las instalaciones.
Para el arquitecto, casi siempre, el sitio es un pedazo de tierra, o de lo contrario un interior. En esta ocasión se trata de un interior que también es un exterior. Las nuevas oficinas Revigrés tienen parámetros muy claros establecidos por sus futuros usuarios: proximidad a la nueva área de producción, funcionalidad, sostenibilidad y si es posible identidad y armonía.
Al principio pensé que la proximidad era necesaria en relación con la línea de producción, pero en un edificio que será en relación a los otros pabellones de la Unidad 2, por consecuencia todos estos parámetros tenían un valor y una interpretación diferente.
En la visita al lugar, me sorprendí por la necesidad y la intención de hacer el nuevo edificio dentro de uno ya existente. Sorprendido, un tanto perplejo, satisfecho con el reto que nos entrega nuestro rol profesional, y sorprendido por la complejidad y la automatización de la cadena de producción y por la constante construcción y transformación de los equipos y la tecnología.
Aquí y allá habían materiales algo disonantes, provisorios, que contrastaban con la naturaleza de alta tecnología de los equipos, el proceso de producción y los materiales producidos, lo que en cierto modo ocultaba la química y la mecánica de este proceso de transformación de la materia.
Una gran caja que debe haber sido utilizada para transportar con seguridad alguna pieza de equipo, ahora esperaba para moverse a lo largo y ser transformada en algo nuevo, algo posible gracias al material en sí mismo y por el ingenio de las personas que dominan las nuevas tecnologías. Los envases que han sido diseñados y hechos a medida, se utilizan y luego después, se vuelven a utilizar dentro de una lógica de funcionalidad y sostenibilidad responsable.
Las nuevas oficinas de Revigrés se encuentran dentro de la Unidad 2, en su extremo sur; van a ser nada más que contenedores, cajas grandes, donde la gente va a funcionar, pero no sin alguna adversidad térmica y de ruido inherente a la producción del material cerámico.
Como sucede con las cajas a medida para el transporte de piezas particulares, fue necesario interpretar las necesidades particulares y los requerimientos de los clientes y usuarios, los parámetros técnicos, los plazos y la economía en relación con los gastos y los medios.
A medida que avanzaba el proyecto, había un deseo compartido de crear algo que fuera sostenible. Como suele ocurrir en este tipo de procesos, algunos valores se convierten banales y algunas palabras se convierten vulgares; la sostenibilidad pierde su carácter noble y se convierte en una palabra de moda usada como una etiqueta del mismo modo para las cosas que son buenas y por las cosas que son mediocres.
Este proyecto es sostenible porque hay una fuerte voluntad de ser sostenible y porque, esta disposición en sí es sostenida por razones que están más allá de los de la mera necesidad.
Los contenedores tienen una estructura blanda; los muros, pisos y techos están hechos de paneles de aglomerado. El aislamiento térmico y acústico es proporcionado por aglomerado negro de corcho expandido. Los pisos y los muros de las instalaciones sanitarias están revestidos de azulejos de cerámica.
Simples contenedores en madera y vidrio, que incorporan las intenciones de las personas que los comisionaron, las personas que trabajaban la madera y componen los marcos y las personas que los diseñaron para que puedan acomodar a las personas y bienes en armonía con el medio ambiente, al tiempo que satisface los requisitos de productividad. Así, los materiales para confeccionar la caja se convierten en materiales para los acabados y para una mayor comodidad.
En un futuro espero lejano, estos contenedores pueden ser transformados en otros recipientes, cajas y cajones, en una lógica de sostenibilidad que la mente humana siempre será capaz de re-inventar.