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Arquitectos: XStudio
- Área: 32 m²
- Año: 2025
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Fotografías:David Rodríguez
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Proveedores: & Tradition, Flos, Icónico, Zanotta

Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Casa C transforma un apartamento minimal de 32 m² en un paisaje interior continuo y luminoso, profundamente conectado con el mar. Lo que alguna vez fue una vivienda fragmentada e irregular se reinterpreta como un único espacio legible, liberado de particiones innecesarias para permitir una lectura clara e ininterrumpida del todo. Solo el baño permanece cerrado, concebido como una cabina autónoma que preserva la intimidad mientras refuerza la percepción del apartamento como una sola habitación.

Dentro de este vacío renovado, emergen dos dispositivos arquitectónicos para organizar la vida diaria y dar forma a la casa. En lugar de depender de divisiones convencionales de habitaciones, el proyecto utiliza estos elementos como infraestructuras habitables que estructuran el espacio a través del uso, el color y la atmósfera.

El primer dispositivo, adosado a la pared medianera, concentra las funciones domésticas y rituales del hogar. Integra la cocina, un banco orientado hacia el exterior y una bañera-ducha diseñada para experimentar el baño como una extensión del paisaje marino. Este elemento lineal actúa como una columna vertebral, anclando el interior mientras enmarca vistas y coreografía los gestos cotidianos en torno a la luz y el horizonte.


El segundo dispositivo define el área de descanso: un nicho verde profundo que agrupa dormir, leer y almacenamiento dentro de un volumen compacto. Concebido como un refugio íntimo dentro del plano abierto, este nicho introduce un sentido de abrigo y pausa sin interrumpir la continuidad espacial. Su grosor y color dan peso al núcleo doméstico, contrarrestando la apertura del espacio circundante.

La superficie restante de la vivienda se deja deliberadamente flexible y no jerárquica. Se adapta a usos cambiantes y rituales diarios, permitiendo que el apartamento se desplace entre vivir, descansar y contemplar el paisaje. El color se convierte en un material fundamental del proyecto: un piso de un rosa muy pálido suaviza y difunde la luz natural; el verde denso del volumen de dormir proporciona profundidad e intimidad; y las cortinas de azul Klein introducen momentos de privacidad mientras preservan la continuidad visual.


Las superficies espejadas amplifican aún más la percepción del espacio, multiplicando las reflexiones y trayendo el mar al interior. A través de estas superposiciones, la luz y el horizonte se transforman en elementos arquitectónicos activos.


La Casa C está concebida, en última instancia, como una única habitación expandida, donde el color, el reflejo y el paisaje disuelven los límites físicos. Un interior compacto que se abre visualmente—y sensorialmente—hacia el horizonte.

















