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Arquitectos: Alessandro Pepe Arquitecto
- Área: 171 m²
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Fotografías:João Morgado
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Proveedores: Azulejo azulima, Candeeiro Canca, Guarletras, Microcement for wall & floor finish, Terracota

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto surge de la necesidad de ampliar una vivienda existente situada en un solar típico portugués, estrecho y alargado. Dado que la construcción preexistente no presentaba cualidades intrínsecas que justificaran su preservación, se propuso su demolición total para dar lugar a un nuevo edificio.


El nuevo conjunto se organiza esencialmente en dos volúmenes principales. El primero, orientado hacia la calle, adopta un lenguaje arquitectónico mimético, alineado con el tejido histórico circundante. Su cubierta inclinada, revestida con tejas cerámicas, asegura la compatibilidad con el entorno construido, especialmente con la escuela situada en el límite norte del solar. El segundo volumen, orientado hacia el patio posterior, asume una expresión contemporánea, estableciendo un contraste claro entre lo antiguo y lo nuevo mediante el retranqueo de los planos de fachada y el uso de una cubierta plana transitable.


Esta tensión entre continuidad y ruptura no es meramente formal; refleja una condición habitual del tejido urbano portugués, donde el atractivo de los centros históricos proviene a menudo de su notable uniformidad. Mantener esta coherencia implica, a veces, renunciar a preferencias estilísticas personales y buscar una tercera vía capaz de integrar las necesidades contemporáneas sin romper el diálogo con el pasado. En este sentido, el diseño se aproxima a la postura ética de Adolf Loos: una afinidad mayor con la verdad acumulada durante milenios que con las invenciones efímeras que nos rodean.


Más allá de estos dos volúmenes, el proyecto incorpora un tercer elemento: un anexo situado en la parte posterior del solar, concebido como una cúpula. Su solución formal responde a requisitos acústicos específicos y se afirma como un componente singular visible desde la sala de estar.

El espacio central de la casa es la sala de estar, que se abre generosamente al patio mediante una fachada totalmente acristalada. El pavimento exterior se ejecuta en losas de granito cortadas a medida. La cubierta transitable del volumen posterior se termina con paneles de zinc trabajados artesanalmente y cortados a medida.

Todos los suelos de la planta baja y de la sala principal son de roble de primera calidad, mientras que el nivel superior utiliza pino de alta calidad. La entrada está pavimentada con mosaico hidráulico Azulima. Las ventanas y puertas exteriores son de madera maciza de kambala, diseñadas a medida con rotura térmica integrada; las puertas interiores son de abedul. El suelo y la encimera de la cocina están realizados en granito Zimbawe con acabado amaciado. Finalmente, las barandillas son de hierro macizo con pintura metalizada en tono zinc.

































































