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Arquitectos: SANTZO arquitectos
- Área: 65 m²
- Año: 2025
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Fotografías:Courtesy of SANTZO arquitectos, Javier Callejas
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Proveedores: Cortizo, Cumen, Dürer

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Tinadas, chiqueras, molinos y lavaderos pueblan junto a pequeñas aldeas, generalmente abandonadas, este paisaje natural de la Sierra de Segura. Restos que un día fueron parte imprescindible de la vida cotidiana y memoria de miles de hombres y mujeres anónimos que poblaron estos paisajes. Personas forzadas a abandonar sus hogares y tierras para diseñar un entorno donde poder disfrutar de la caza obviando sus derechos.

Esta pequeña aldea emerge en la Sierra de Segura como última resistencia ante esas expropiaciones forzosas. Un lugar en el que hoy día aún perviven los últimos hilos de esa vida serrana en el que el tiempo parece haberse detenido. Aún corre agua por sus acequias, todavía el olor de la leña de sus hornos de pan sigue inundando este paisaje.


En este lugar, encontramos una chiquera y un gallinero que se presentan exentas desvinculadas de la trama urbana, algo común en este tipo de edificaciones ya que el ganado no requería de condiciones de confort y su presencia podía resultar incómoda. El proyecto plantea la rehabilitación de la construcción destinada a chiquera que se plantea a modo de refugio experimental. La construcción responde a la tipología tradicional de este tipo de edificios desarrollados en una única nave longitudinal con cubierta de teja árabe a un agua, muros de carga de mampuesto de toba con mortero de cal y doble acceso enfrentado para favorecer la ventilación natural del espacio.

La rehabilitación de esta construcción pretende la pervivencia de la memoria de sus aldeanos a través de este refugio experimental. Para ello, se proyecta un espacio diáfano entorno a tres elementos tradicionales de este lugar; el fuego, el agua y el paisaje. Se plantea la apertura completa del paramento norte del refugio en busca de introducir la naturaleza en el espacio, extendiendo a su vez la superficie interior hacia el exterior mediante una plataforma correspondiente a la proyección del elemento sustraído a la preexistencia que se acerca al paisaje de álamos y pinos.

El fuego, como elemento principal del proyecto que descuelga del cielo, divide el espacio en dos ámbitos destinados a la contemplación y el día, y al descanso y la noche respectivamente, mientras que el espacio de agua vinculado al descanso, se presenta como una reminiscencia a esos bebederos del ganado que comienza a establecer un diálogo íntimo con el paisaje.


Para el equipamiento del refugio se plantea un muro equipado de acero totalmente exento que permite contener la zona más personal oculta, buscando mantener ese carácter de nave completamente liberada de la preexistencia, poniendo en valor el mampuesto de piedra de la primera fase constructiva de este refugio de hace más de doscientos años.

Durante la rehabilitación de este espacio, se ha querido poner especial énfasis en el trabajo de oficio que en nuestros días es tan difícil encontrar, contando con carpinteros de la zona que han recuperado parte de la estructura original y con herreros con los que sin su destreza artesanal no hubiera sido posible materializar este proyecto.





























