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Arquitectos: Atelier 77
- Área: 1297 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Rafael Salim
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Proveedores: Gerdau, Gypsum

Descripción enviada por el equipo del proyecto. La expansión de la sede de Ser Ciudadano, en Santa Cruz, zona oeste de Río de Janeiro, traduce en arquitectura el compromiso de una organización social con el desarrollo humano y comunitario. Desde 2002, la organización trabaja en proyectos de educación, cultura, trabajo y salud, promoviendo oportunidades para las juventudes de territorios vulnerabilizados. En 2006, recibió la donación de una casona histórica, antigua residencia del médico y senador Júlio Cesáreo de Melo, cuya trayectoria de cuidado inspiró la esencia misma del proyecto: construir espacios que acogen, educan y transforman.


El terreno, ubicado en el centro del barrio, preserva un generoso jardín y árboles centenarios, que orientaron la implantación del nuevo edificio. El desafío fue ampliar las instalaciones sin interrumpir las actividades y sin comprometer el valor simbólico y paisajístico de la casa original. Así, el nuevo volumen fue implantado en la parte trasera, en medio de la vegetación existente, respetando el patrimonio y la memoria del lugar.


El proyecto parte de una lógica constructiva simple, accesible y sostenible. Utiliza estructura metálica y paneles cementicios en un sistema de construcción seca, con un diseño que favorece la ejecución, el bajo costo y el mantenimiento reducido. La estrategia privilegia el confort térmico y acústico a través de ventilación cruzada e iluminación natural, asociadas a la captación de agua de lluvia y a la generación de energía solar. Estas soluciones componen un edificio de alto rendimiento ambiental, pensado para durar y pertenecer.


Desde el punto de vista espacial, el conjunto se organiza en dos bloques transversales conectados por una plaza cubierta: un espacio de paso y convivencia que articula las actividades e invita a la permanencia. El recorrido culmina en una terraza colectiva, abierta al paisaje y a los vientos de Santa Cruz, donde el horizonte urbano se revela como una extensión simbólica del aprendizaje y la cultura.

Más que una ampliación física, el proyecto reafirma el papel de la arquitectura como instrumento de inclusión y pertenencia. Al preservar lo antiguo e incorporar lo nuevo, la sede de Ser Ciudadano se convierte en un manifiesto sobre el poder transformador del espacio.

"La expansión de Ser Ciudadano traduce el papel de la arquitectura como herramienta social: preservar el pasado, cualificar el presente e inspirar futuros."































