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Arquitectos: line+ studio
- Área: 300 m²
- Año: 2025
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Fotografías:Yu Bai

Descripción enviada por el equipo del proyecto. A 753 metros sobre el nivel del mar, Meishajian es el tercer pico más alto de Shenzhen, caracterizado por senderos empinados, roca expuesta y suelos frágiles moldeados por la erosión. El sitio atrae a muchos excursionistas, pero presenta desafíos significativos para la construcción debido a su altitud, terreno y accesibilidad limitada. El proyecto requería una estación de observación que proporcionara descanso, cobijo y espacio de observación, minimizando al mismo tiempo el impacto ambiental.


La estrategia de diseño se definió por el principio de "reparar en lugar de construir". En lugar de introducir un marco convencional, el proyecto adopta un enfoque de baja intervención y un lenguaje discreto. Se reutilizó una zanja de excavación de tres metros, sobrante de actividades anteriores, para acomodar las funciones básicas de servicio, minimizando la necesidad de nuevas alteraciones del terreno. Un volumen único -una "piedra artificial"- se alza sobre esta base, fundiéndose con la montaña y ampliando el lenguaje visual de las formaciones rocosas circundantes. Esta configuración preserva la continuidad de las rutas de senderismo existentes, al tiempo que ofrece una plataforma elevada para observar y contemplar el paisaje.



La selección de materiales fue central para la solución de diseño. Se eligió Concreto de Ultra-Alto Rendimiento (UHPC) por su durabilidad, resistencia a la intemperie y bajo mantenimiento. Varias rondas de prototipos han refinado el acabado del material, dando como resultado una textura rugosa que dialoga con la geología natural del entorno. La combinación de hormigón estructural moldeado in situ con una delgada capa de superficie de UHPC permitió tanto la estabilidad estructural como un control de la calidad de la superficie.


La construcción se llevó a cabo bajo lo que se conoció como el "proyecto de tres máximos" de Shenzhen: la mayor altitud, la construcción más compleja y el transporte más extremo de la ciudad. Sin acceso vehicular al sitio, todos los materiales fueron transportados utilizando mulas, drones, teleféricos y relevos manuales. Este método redujo al mínimo la alteración del medio ambiente, al tiempo que garantizaba la entrega precisa de los componentes a la cumbre.



La plataforma de observación terminada se integra en el terreno en lugar de competir con él. Proporciona refugio del viento y la lluvia, áreas de descanso para excursionistas y un punto de vista estable, mientras preserva la continuidad geológica de la montaña. El proyecto demuestra cómo la intervención arquitectónica en entornos naturales extremos se puede lograr a través de una perturbación mínima, reutilización adaptativa de las condiciones del sitio y materiales diseñados para la durabilidad.


En resumen, la Plataforma de Observación Meishajian es un ejemplo de diseño de bajo impacto y alto rendimiento en un desafiante entorno montañoso. Aborda necesidades funcionales mientras se integra en el paisaje, mostrando que las soluciones arquitectónicas en sitios sensibles pueden priorizar la integración, durabilidad y responsabilidad ecológica.








































