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Arquitectos: Ángel García Estudio
- Área: 425 m²
- Año: 2024
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Fotografías:César Béjar
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La Casa Roja está ubicada en Bahías de Huatulco, Oaxaca, en una zona residencial a pocos minutos de la costa, en un entorno completamente urbano sin vistas al mar. La propiedad está rodeada de cuatro casas en tres de sus linderos y se abre al oeste hacia una calle principal con vistas a un área natural aún no desarrollada. Hay tres árboles preexistentes en el sitio; en la parte delantera y en una posición central, hay un Alejo/Matapescado (Piscidia Carthagenensis), un árbol caducifolio endémico. Muy cerca de él crece un joven guayacán con flores moradas (Guaiacum coulteri), un árbol en peligro de extinción y de crecimiento muy lento, y finalmente, en la parte trasera hay un Cuahulote (Guazuma ulmifolia), un árbol perenne de tamaño mediano abundante en la selva baja oaxaqueña.
El proyecto tiene como objetivo crear un esquema arquitectónico que permita tres unidades independientes para la misma familia: un área individual para el hijo mayor, un área para los padres y un tercer espacio para visitantes. El objetivo era proporcionar compartimentación y privacidad entre las unidades, a través de la conexión y flexibilidad. La estrategia del proyecto fue articular estas tres unidades a través de espacios exteriores y semi-exteriores, respetando los árboles existentes en la propiedad, y localizando el acceso principal entre los árboles de Guayacán y Alejo. Se creó un corredor/galería alrededor de la piscina como un elemento de acceso, conexión y circulación central.
Se diseñó un envolvente con dos fachadas ciegas en los lados norte y sur de la propiedad que bloquean las vistas de las casas adyacentes y dos fachadas permeables en los lados oeste y este que están vinculadas al exterior a través de patios, terrazas, balcones y jardines. Las fachadas oeste y este funcionan como dispositivos compuestos por una serie de fragmentos de pared, ventanas, jardineras, macetas, muebles empotrados, herrería con persianas, balcones y aleros que permiten que el edificio sea habitado, que se regule la privacidad y la ventilación, y que se controle la seguridad, las vistas y la luz solar.
La casa está concebida como un elemento de exploración y búsqueda de una identidad arquitectónica que reinterpreta los recuerdos y rutinas de la familia que vive allí, integra los objetos, muebles y artesanías adquiridos a lo largo del tiempo, y expresa la identidad del lugar con el uso de materiales de construcción locales como ladrillos de barro, herrería y persianas, reflejando los tonos cálidos y rojizos de la cerámica oaxaqueña en las paredes de concreto pigmentado.
El proyecto no persigue el ideal estético de simplificar formas, pureza espacial y disminuir la materialidad. Por el contrario, la casa busca complejidad, tradición artesanal, la exploración de curvas, los caminos del laberinto, el collage de texturas y materiales naturales, la superposición de capas, el capricho de la vegetación, la modulación de la luz natural, y sobre todo, intenta reflejar la calidez del hogar, la domesticidad y la identidad particular de la familia que vive allí.
