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Arquitectos: gon architects
- Área: 1280 m²
- Año: 2025

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Situado junto al casco antiguo de Palma, en la isla de Mallorca, el barrio de Foners atraviesa actualmente un proceso de transformación urbana tras años de degradación social y arquitectónica. En este contexto, un nuevo edificio residencial proyectado por gon architects se erige como una pieza clave en la renovación del tejido urbano.

El edificio, ubicado en una parcela de geometría compleja y dimensiones reducidas (201 m²), se levanta en un chaflán muy marcado dentro de una manzana densa e irregular. Consta de planta baja más cuatro alturas y alberga diez viviendas, dos zonas de aparcamiento (una en superficie y otra subterránea) y un local comercial aún por desarrollar.



El proyecto se desarrolló a lo largo de seis años, en un escenario condicionado por la pandemia de 2020 y la posterior crisis de materiales. A pesar de estas dificultades, se logró completar la obra con un coste ajustado, inferior a los 1.200 €/m² construido, sin comprometer la calidad arquitectónica.



La estrategia del proyecto parte de una idea clara: construir ciudad desde la contención. Para ello, el edificio se fragmenta volumétricamente, reduciendo su escala y generando una relación más cercana y doméstica con el entorno. El sistema de organización interior se basa en una lógica compacta, articulada mediante muros paralelos a las fachadas, con distancias variables según orientación y uso. Las zonas de servicio se concentran en bandas centrales, configurando el corazón técnico de cada planta.


Las diez viviendas resultantes son diferentes entre sí pero comparten criterios comunes: superficies entre 45 y 110 m², espacios exteriores integrados y una distribución que prioriza la calidad espacial. La fachada, porosa y dinámica, refleja esta diversidad interna mediante ligeros retranqueos y desplazamientos, generando un volumen cambiante según la perspectiva y la incidencia de la luz.

El proyecto también explora nuevas formas de habitar. Conceptos como la cocina como centro vital, la flexibilidad como herramienta proyectual, el baño atomizado y la "habitación sin nombre" —un espacio abierto a usos futuros— amplían la noción tradicional de vivienda.

En el corazón del edificio, un patio vertical abierto al cielo conecta las cinco plantas. Este vacío no solo garantiza ventilación y regulación térmica pasiva, sino que funciona como un espacio de encuentro, evocando materiales y texturas locales que remiten a la Sierra de Tramuntana o a los campos de cultivo mallorquines.

Visible y estratégicamente ubicado, este edificio se convierte en un referente urbano dentro de Foners: una intervención precisa y sensible que busca, desde la arquitectura, acompañar el proceso de transformación de un barrio.































