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Arquitectos: pk_iNCEPTiON
- Área: 355 m²
- Año: 2025
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Fotografías:Pranit Bora Studio

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Hiwali es un pequeño asentamiento rural de alrededor de 25 hogares agrícolas, ubicado en lo profundo de la cordillera de Satmala, a unos 70 km de la ciudad de Nashik. Situado en el terreno montañoso de los Ghats Occidentales, forma parte de las comunidades más remotas de la región. La escuela primaria existente funciona actualmente en un refugio temporal. Con el fin de mejorar las condiciones educativas, Give Welfare Organization y Armstrong Robotics & Technologies han iniciado la construcción de una nueva escuela. El terreno destinado al proyecto se encuentra en lo alto de unas tierras agrícolas en terrazas, accesible mediante una caminata de 50 metros desde la carretera del pueblo. Se trata de una franja estrecha delimitada al noroeste por una montaña y al sureste por pendientes de cultivo en terrazas.


Lo que hace especial a este proyecto es la presencia del notable maestro Keshav Gavit, reconocido por sus métodos de enseñanza innovadores. Bajo su guía, los estudiantes han desarrollado habilidades poco comunes: muchos pueden escribir con ambas manos y han memorizado más de 1,100 tablas matemáticas, entre otros logros. Cada día, más de 70 niños de asentamientos cercanos asisten a la escuela. Además de cumplir la función de guardería, el centro permanece abierto los 365 días del año durante 10 horas diarias. Su enfoque combina la educación formal con el aprendizaje de habilidades para la vida, a través de dinámicas basadas en actividades y trabajo en grupo.


Antes de abordar el diseño, nuestro método de investigación nos permitió identificar la intención del proyecto a través de la teoría de Louis Kahn sobre los espacios “a través de” y “hacia”. Esta perspectiva enfatiza la importancia de prestar verdadera atención a los espacios de tránsito: cómo el edificio se integra con su entorno y cómo la experiencia de desplazarse por él puede volverse significativa, agradable e inspiradora.


El diseño parte de un foso de agua que protege el sitio de las escorrentías provenientes de la montaña. Los bloques modulares —destinados a la Oficina, Aula de Computación, Aula de Ciencias, Sala de Proyección y Biblioteca— se disponen en diagonal, permitiendo la expansión hacia la montaña y, al mismo tiempo, alineándose con los vientos predominantes. Con una configuración en forma de “U”, los bloques adoptan un perfil aerodinámico, adecuado para una ubicación expuesta al viento. Entre el foso y los bloques se despliega un plinto en zigzag, que canaliza el agua hacia la parte posterior y genera múltiples nodos, los cuales se transforman en anfiteatros interiores destinados tanto al aprendizaje como al juego.

El plinto articulado y el techo de ligera pendiente enriquecen la dinámica espacial, generando volúmenes que oscilan entre 1,5 y 2,5 metros de altura para establecer una escala cercana y comprensible para los niños. La luz natural penetra entre los intersticios de los bloques, iluminando las áreas informales, y se introduce también a través de patios semicirculares en las aulas, cuya forma deriva directamente del perfil del techo.


La escuela se concibe como un espacio continuo e interconectado, con áreas de aprendizaje abiertas, flexibles y a la vez enfocadas. Para potenciar su multifuncionalidad, se incorporan puertas plegables, pizarras murales y un suelo de piedra local que, al ser escribible, amplía las posibilidades de uso y de interacción pedagógica.

La estructura se resuelve mediante un sistema portante de muros de ladrillo expuesto, que permiten fijar pizarras con facilidad. Un techo plano parece flotar sobre ellos, favoreciendo la ventilación, mientras que su cara inferior se convierte en un lienzo disponible para intervenciones pictóricas. El plinto elevado, recubierto con una mezcla de estiércol de vaca, ofrece una superficie confortable tanto para sentarse como para descansar.


El diseño se concibe como un espacio que pertenece a los estudiantes, ofreciendo escalas diversas, zonas de aprendizaje abiertas, escalones fluidos y rincones de actividad que invitan a la exploración. Al mismo tiempo, también pertenece al maestro, con áreas diferenciadas pero interconectadas que facilitan distintos métodos pedagógicos y permiten gestionar la escuela de manera autónoma. En lugar de aulas definidas, el proyecto propone múltiples puntos de acceso y salida, dando a los niños la libertad de crear su propio pequeño mundo: un entorno donde aprender, crecer, jugar y construir vínculos con el contexto, el maestro y sus compañeros.




























