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Arquitectos: Gabriel Montañés Arquitecto
- Área: 286 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Adrià Goula

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El renombrado estudio de arquitectura Gabriel Montañés, con sede en Menorca, presenta Casa T, una propiedad de 286.61 m2 ubicada en medio del paisaje natural más espectacular de la isla. Este proyecto transforma una antigua granja tradicional, abandonada durante dos décadas, en un espacio cuyo pasado agrícola se fusiona con la vida contemporánea.

Para Casa T, Gabriel Montañés ha logrado combinar con éxito las características originales del edificio con materiales que forman parte integral de la cultura menorquina: se han preservado y reutilizado las vigas de madera originales, la arenisca marés tradicional, el revestimiento de piedra caliza y los colores característicos de la región.

Inspirado en la arquitectura vernácula, Gabriel Montañés ha conservado las características arquitectónicas originales de la propiedad, al tiempo que abre y fusiona los espacios interiores para crear un ambiente luminoso y acogedor que irradia autenticidad. En la planta baja, la cocina y el comedor se combinan para formar un espacio central que fomenta la interacción y conversación entre los habitantes. El punto focal de la cocina es su gran isla de concreto, que constituye el eje de todos los espacios comunes de la casa.


Los espacios interiores del hogar están diseñados expresamente para aprovechar al máximo la luz natural y ofrecer vistas panorámicas del paisaje circundante. El suelo de baldosas de terracota y los muebles de madera del salón evocan una atmósfera cálida y relajante, que se complementa con las grandes ventanas y puertas de patio que crean una continuidad sin fisuras entre el interior y el exterior.


Las paredes han sido pintadas de blanco, al igual que los nuevos suelos, lo que permite que las características tradicionales de la propiedad tomen protagonismo. Varias piezas de mobiliario, como la mesa del comedor y los bancos, también se han fabricado con materiales recuperados del edificio original.


Las áreas más íntimas de la casa se encuentran en el primer piso, donde los techos de los dormitorios lucen sus vigas originales, todas restauradas, interpoladas con baldosas de arenisca marés.

El exterior de Casa T está diseñado para respetar la estética mediterránea, con un suelo de concreto pulido, pérgola de madera y una pequeña piscina que evoca los tradicionales aljibes (depósitos de recolección de agua de lluvia). El jardín, diseñado para incorporar especies nativas de la región que toleran la sequía, también está plantado con moreras que eventualmente crecerán para proporcionar áreas sombreadas acogedoras.

Casa T es el ejemplo perfecto de cómo se puede reinterpretar y revitalizar una propiedad antigua para crear un hogar que, aunque moderno, también está profundamente arraigado en su entorno y refleja la identidad y el espíritu de la isla.






















