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Arquitectos: Matías Cosenza Arquitecto
- Área: 150 m²
- Año: 2025
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Fotografías:Bruto Studio
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Proveedores: FV, ferrum

Descripción enviada por el equipo del proyecto. En la confluencia indómita del río Paraná y el río Uruguay, donde las aguas desembocan en el vasto Río de la Plata, se asienta un encargo singular. El paisaje, una sinfonía de humedales y un verde selvático disperso, evoca lo desconocido: una naturaleza primigenia a la que solo se accede por vía fluvial y que vive bajo la constante amenaza de las crecidas. Aquí, la arquitectura no busca desaparecer, sino afirmarse; no pasar inadvertida, sino dialogar con la orgánica potencia del lugar.



Se elige un sistema de palafitos, una solución ancestral probada por la humanidad en entornos similares, pero aquí reinventada como una declaración tectónica. Esta matriz de palos industrializados, tratada como un todo unificado, acoge los usos domésticos, forjando un sistema único. Es una expresión humana que fusiona elementos artificiales y recursos naturales transformados con la inmensidad del entorno, estableciendo una relación material profunda entre lo construido y lo salvaje. Se abandona la convención de una base estereotómica que sostiene una caja desde abajo, en favor de una estructura que se eleva, ligera y arraigada a la vez, dentro de la base en vez de sobre la base.


El sistema se rige por una estricta modulación de 1.22 m (4 pies), materializada en secciones de madera de Eucalipto rostrata, una especie foránea adaptada a la región. Su diseño facilita el transporte y un ensamblaje in situ mediante encastres que maximizan la resistencia.


Al mismo tiempo, se experimenta con una forma humanizada: dos cubos fundamentales que se conectan por una de sus aristas. Esta suerte de bosque artificial, erigido a partir de los palafitos como expresión formal, se convierte en el lugar conocido: una presencia deliberada que posa ante la inmensidad indómita de la naturaleza.





















