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Arquitectos: Mossessian Architecture, Yassir Khalil Studio
- Área: 7400 m²
- Año: 2020
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Fotografías:Amine Houari, Antoine Mossessian
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La medina de Fez, declarada Patrimonio Mundial de la UNESCO, es una de las áreas urbanas históricas más grandes y complejas del mundo. En 2011, un concurso internacional de diseño para revitalizar este núcleo atrajo más de 800 propuestas. La propuesta ganadora, de Mossessian Architecture en colaboración con Yassir Khalil, fue recibida con entusiasmo por la comunidad local. Su objetivo era reconectar la Plaza Lalla Yeddouna con el río a través de una ruta peatonal, que se entrelaza con el denso tejido de la medina e integra talleres artesanales, tiendas, restaurantes, programas educativos, una guardería y un centro para mujeres.
El proyecto combinó restauración e innovación. Se rehabilitaron un puente histórico y 11 edificios existentes, mientras que se construyeron nueve nuevas estructuras. Un aspecto clave del diseño fue la reconexión de ambas orillas del río mediante nuevos puentes peatonales y la mejora del acceso visual y físico al río, que anteriormente estaba bloqueado y era utilizado como vertedero de desechos. Además, se recalibró el cauce del río para controlar las inundaciones durante la temporada de lluvias, mejorando tanto la seguridad como el desempeño ecológico.
La arquitectura respetó las referencias históricas mientras empleaba técnicas contemporáneas y estrategias sostenibles. El control climático pasivo, mediante sombreado natural, circulación de aire y masa térmica, garantizó confort durante todo el año con un consumo energético mínimo. La volumetría de los edificios y la ubicación de los patios fomentaron la ventilación cruzada y microclimas agradables en todo el sitio.
Un elemento destacado del proyecto es su trabajo en azulejería cerámica. El artista Michael Pinsky colaboró con Michel Mossessian y artesanos locales para desarrollar una identidad visual coherente basada en la tradición del zellige de Fez, que tiene 1.500 años de historia. Los azulejos transitan desde motivos clásicos marroquíes hasta mutaciones españolas y, finalmente, a patrones abstractos modernos. Estas superficies coloridas no solo contribuyen a refrescar el patio, sino que también funcionan como señalización intuitiva que identifica cada tipo de taller artesanal.
Concebido tanto como un espacio cívico como íntimo, el proyecto fue diseñado como una “habitación urbana” coherente donde la vida diaria, la artesanía y los visitantes se entrelazan. La repetición de formas geométricas locales estableció continuidad, mientras que sutiles variaciones añadieron riqueza y diversidad. El resultado es un entorno legible y acogedor que se siente a la vez arraigado y renovado.
La sostenibilidad y la participación comunitaria guiaron todo el proceso. El uso de materiales locales y técnicas constructivas tradicionales redujo el impacto ambiental y fortaleció la continuidad cultural. La implicación de los artesanos locales trascendió la construcción, asegurando la autenticidad del sitio y su apropiación comunitaria a largo plazo. La conservación de las estructuras existentes se abordó con sensibilidad, siguiendo principios clave del patrimonio: intervención mínima, métodos reversibles y uso exclusivo de materiales tradicionales.
La fusión del respeto histórico, la participación local, el desempeño ambiental y el diseño contemporáneo convierte a la Plaza Lalla Yeddouna en un modelo de renovación urbana liderada por el patrimonio. Ha reanimado una parte vital de la medina de Fez, fomentando tanto el uso comunitario como la continuidad cultural en un contexto de importancia global.
