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Arquitectos: dbA. arquitectura
- Área: 150 m²
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Fotografías:Sérgio Garcês Marques
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Proveedores: Canhamor, Multiplacas, Sanitana

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Ubicado en una pequeña finca rural con un paisaje de notable calidad, este proyecto consistió en la rehabilitación y ampliación de una vivienda preexistente de granito visto. Originalmente concebida como residencia, la intervención buscó preservar su identidad arquitectónica, introduciendo al mismo tiempo un lenguaje espacial y material de carácter contemporáneo.

El terreno desciende suavemente desde la plataforma donde se implanta la casa hasta una línea de agua, enmarcada por una vegetación abundante y natural. La vivienda se orienta según dos fachadas principales —Noroeste y Sureste—, siendo esta última la que disfruta de vistas privilegiadas sobre la zona del arroyo.

La estrategia de intervención estableció un diálogo respetuoso con la construcción original. Se conservaron los muros exteriores de mampostería de granito, y se añadió un nuevo volumen superior. La cubierta a dos aguas existente fue sustituida por una cubierta de un solo faldón, optimizando la altura libre interior y clarificando formalmente la ampliación.


Una paleta material contenida define los nuevos elementos, donde el blanco se utiliza extensamente en paramentos, pérgolas y carpinterías. Las pérgolas —ubicadas en ambas fachadas principales— cumplen funciones tanto funcionales como espaciales: cobijo para vehículos al Noroeste y sombreado del estar exterior al Sureste.


En el interior, la madera asume un papel protagonista, generando una atmósfera cálida y acogedora. Se emplearon distintas especies y acabados según su función: pino para el revestimiento de paredes, panel tricapa con chapa de conífera para el mobiliario fijo y la escalera, y roble para el pavimento de la planta superior.

La organización espacial apuesta por la claridad y la fluidez. Desde la entrada principal, al Noroeste —junto al área de estacionamiento—, un eje de circulación conecta con la fachada opuesta, donde se sitúan la terraza y el comedor exterior.

El volumen central de la escalera, de doble altura, estructura el núcleo de la casa. La planta baja se desarrolla en un espacio abierto que integra cocina, comedor, estar, una pequeña zona de trabajo y un baño. Un recuperador de leña orientado hacia la zona social refuerza la calidez del conjunto.

La sostenibilidad fue un principio rector desde las primeras decisiones proyectuales. La ampliación fue construida con bloques de cáñamo, revestidos con mortero de cal hidráulica, una alternativa biobasada y de bajo impacto frente a los sistemas tradicionales. Este material ofrece un excelente rendimiento térmico y acústico, resistencia al fuego y gran durabilidad.

El resultado propone una nueva vida para la vivienda, donde la arquitectura contemporánea y la herencia vernácula conviven en equilibrio y coherencia.



























