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Arquitectos: Quince Cero Uno Arquitectura
- Área: 138 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Roberto D' Ambrosio
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La condición de estrechez del lote nos obliga a pensar desde el lindero o perímetro, y no desde el objeto arquitectónico. Las condiciones espaciales son distintas pues el lindero es el que determina el espacio y no el objeto impuesto por el arquitecto-a. Desde este punto de vista, nos desprendemos de la búsqueda formal, y nos concentramos en lo elemental del oficio, la búsqueda del espacio y las condiciones pertinentes para la vida dentro del lindero.
Uno de los retos de diseño en Casa Linde era el contexto en el que se encuentra el lote, un espacio citadino cerca del centro de la provincia donde lamentablemente como es común en muchas de nuestras ciudades centroamericanas, se presentan algunas patologías urbanas muy marcadas, como la creciente inseguridad. Sin embargo decidimos no dejarnos doblegar por esto y hacer una casa que intenta aportar al entorno inmediato, nos dejamos llevar por la escala impuesta por las casas aledañas para desde ahí, proporcionar nuestro proyecto.
Sabíamos desde un inicio que posiblemente el proyecto iba a tener 3 niveles por el tamaño del lote versus el programa requerido por el cliente. De ahí que el problema al que nos enfrentamos era de proporción para "adaptarlo" a su entorno. Retraer cada nivel hacia atrás conforme aumentaba la altura era parte de las invariantes que decidimos a la hora de diseñar, y que los niveles coincidieran con sus vecinos.
Nuestro borde decidimos manejarlo con algunas plantas para "suavizarlo" y ayudarnos a definir nuestro nivel uno y que nuestra reja no fuera tan predominante a pesar de su altura requerida para evitar el vandalismo, también decidimos trabajar con una malla de metal expandido que deja ver hacia dentro y viceversa, estableciendo una conexión con el afuera manteniendo la seguridad necesaria para los habitantes de la casa sin perder la idea de escalonamiento que se planteó como una invariable desde el inicio.
En cuanto a la infraestructura del tendido eléctrico frente a la casa, decidimos asumirla como parte del proyecto ya que era imposible movilizar el poste. Este comienza a jugar un papel predominante en la composición del proyecto, nos dimos cuenta que este podía funcionar como un vestibulador del afuera hacia adentro en el acceso peatonal, a la vez que recargamos hacia el otro lado el acceso vehícular por obvias razones. También el lugar donde está el poste definió la ubicación del módulo del tercer nivel, donde se evita que este quede obstaculizando la visual hacia las montañas del Norte de Cartago y el Volcán Irazú, propiciando un pasillo que conecta tanto la terraza frontal como la posterior, desde la cual se logra observar la basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, estableciendo una relación con el patrimonio tanto natural y arquitectónico de la provincia.
Pensar en una casa dentro de una ciudad que cada vez está menos habitada, donde cada metro cuadrado es valioso únicamente por su potencial comercial aunque sea un lote estrecho con "pocas posibilidades" inmobiliarias constituye un acto de resistencia al no abandonar la ciudad e intentar repoblar para lograr la sostenibilidad de nuestras ciudades.
