La ciudad de Concepción en Chile será la primera “ciudad laboratorio” de Sudamérica. El programa City Science Biobío es una alianza entre el Instituto de tecnología de Massachusetts (MIT Media Lab), el Gobierno Regional del Biobío, la Corporación Ciudades y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC). Estas instituciones trabajarán en colaboración con las universidades, municipios, y organizaciones ciudadanas de la zona. También contarán con la visita de profesionales del MIT quienes realizarán el acompañamiento de los estudios impulsados por el programa.
Render de viviendas asequibles creadas a partir de residuos de plástico. Imagen por cortesía de Othalo
Mucha gente en todo el mundo estaría de acuerdo en que actualmente nos encontramos en una emergencia climática. El informe del IPCC, publicado el año pasado, es una lectura difícil. Los profesionales del sector de la construcción se han lanzado a la acción climática directa, con organizaciones como ACAN y Architects Declare que promueven la alfabetización sobre el carbono y piden a los diseñadores que reevalúen su forma de ejercer.
En el año 1969, el colectivo The Architects' Resistance, formado por estudiantes de las universidades de Yale, Columbia, y el Massachusetts Institute of Technology (MIT), publicó un manifiesto llamado Architecture: Whom Does It Serve? (Arquitectura: ¿A quién sirve?)
Con este manifiesto, el grupo buscaba situar la práctica de la arquitectura en un contexto económico, social y ambiental más amplio que lo que les enseñaban dentro de las aulas. En apenas dos páginas y media, encontramos un potente llamado a reivindicar una arquitectura más social y con conciencia ecológica, que denuncia sin ambigüedades el papel que jugaba la arquitectura durante esos años como una práctica al servicio de aquellos en el poder, mientras añadían que “la sumisión del arquitecto al sistema comienza con la creencia de que poseen herramientas y conocimientos especiales que son inaccesibles para el público.”
Ya sea un pequeño balcón, el acceso a un espacio verde o un jardín privado, el espacio al aire libre se ha convertido en un privilegio para muchos, especialmente en los albores de la pandemia de Covid-19 y los múltiples períodos de confinamiento que siguieron. Los espacios verdes en la ciudad están constantemente bajo amenaza, particularmente porque los gobiernos buscan aumentar la densidad de viviendas para satisfacer la creciente demanda de desarrollo suburbano. Como resultado, el jardín y el acceso a los espacios verdes y al aire libre ha disminuido en los últimos tiempos, ya que las prioridades se encuentran en la vivienda y su producción en la mayor cantidad posible, a menudo sin tener en cuenta sus beneficios como el acceso a las áreas exteriores en los desarrollos residenciales.
En términos de calidad de vida, la falta de acceso a estos espacios presenta desigualdades evidentes, que se han descubierto durante los períodos de confinamiento y restricciones que demandó la pandemia. Las personas estaban confinadas en sus casas y espacios al aire libre locales, donde podían hacer ejercicio. Aquellos que tenían acceso a estos espacios públicos y tenían sus propios jardines o espacios exteriores tuvieron mucha suerte en el sentido de que pudieron disfrutar de un elemento del exterior. Mientras que los menos afortunados en pisos y áreas más ajustadas se enfrentaron a condiciones claustrofóbicas y desmoralizantes, contenidos dentro del caparazón de sus hogares.
"Los detalles no son los detalles. Hacen el diseño." – Charles Eames. La creación de espacios atractivos que se anticipen a las necesidades de los usuarios depende de varios factores: escala, circulación, funcionalidad y comodidad. Sin embargo, las últimas décadas han demostrado que el atractivo visual de un proyecto también es muy importante para el espacio interior. En este artículo, exploraremos el lado estético del diseño de interiores, analizando estilos populares en todo el mundo y cómo los arquitectos y diseñadores utilizan elementos como colores, muebles, accesorios y acabados para definir su identidad espacial.
Abordando temáticas que involucran a la memoria, el olvido y el género, la artista plástica y muralista argentina Mariela Ajras despliega su arte por las paredes de numerosas ciudades del mundo tales como Barcelona, Valencia, Salamanca, Ciudad de México, Bogotá, Montevideo, Buenos Aires, entre tantas otras. Con una formación en psicología, ha participado en diferentes festivales de arte urbano, exhibiciones, ferias y proyectos de arte público siendo uno de los murales más grandes de la Ciudad de Buenos Aires el que ha desarrollado para el proyecto “Corredor de la Memoria”, conmemorando los 25 años del atentado a la AMIA.
Existe un eslogan muy conocido —"Del Cabo al Cairo"— que ha dado lugar a numerosos libros y ha despertado la imaginación de innumerables viajeros del continente africano. Los orígenes de la frase son de carácter imperial, surgidos de una propuesta de 1874 del periodista inglés Edwin Arnold que buscaba descubrir los orígenes del río Congo. Este proyecto fue asumido más tarde por el imperialista Cecil Rhodes, quien imaginó un ferrocarril continuo de territorios gobernados por los británicos extendiéndose desde el norte hasta el sur del continente.
La teoría urbana de las ciudades de 15 minutos recibió el Premio Obel 2021 en reconocimiento a la potencialidad del concepto para crear entornos urbanos sostenibles y centrados en las personas. Acuñado por primera vez en 2016 por el profesor de la Sorbona, Carlos Moreno, el término define un modelo urbano altamente flexible que garantiza que todos los ciudadanos puedan acceder a las necesidades diarias a una distancia de 15 minutos, rompiendo así la hegemonía del automóvil y reintroduciendo las cualidades históricas de las ciudades en la planificación urbana contemporánea.
La introducción de nuevas técnicas y materiales, junto con las innovaciones en infraestructuras derivadas de la revolución industrial, prepararon el camino hacia la vida vertical. En este artículo se analiza la evolución de la vivienda en Europa entre 1760 y 1939, en un periodo en el que la población se trasladó a las ciudades y en el que se cuestionaban las divisiones de clase social.
Abordando la transformación de la vivienda durante la revolución industrial hasta el periodo de entreguerras, este artículo nos describe cuatro ejemplos destacados que replantearon los diseños tradicionales y respondieron a los retos de su tiempo. Todavía influyentes en la actualidad, los modelos mencionados, restaurados para su uso, pasan a formar parte del tejido urbano del siglo XXI. Situados en Londres, París, Ámsterdam y Moscú, los planos muestran los estándares de bienestar interior en constante cambio, directamente vinculados a una metamorfosis más amplia, que iguala y da cabida a las crecientes poblaciones urbanas. Descubre la evolución de las unidades de vivienda, desde las casas adosadas hasta las ciudades jardín de Inglaterra; el bloque Haussmann, una vivienda vertical para una burguesía moderna; la ampliación de Ámsterdam, desde las casas alcoba hasta los bloques de viviendas sociales; y la casa tipo transición de Rusia.
La religión es una realidad exclusivamente humana como son las ciudades. A medida que salimos de nuestras espacios de confinamiento, las ciudades silenciosas y los lugares de culto volverán a ser humanos, frente al presente recuerdo de lo que alguna vez fueron.
Nos recuperaremos de otra realidad humana: la pandemia y cuando lo hagamos nos veremos obligados a abordar algunas interrogantes. Antes de este siglo, el automóvil era visto como la forma en que los estadounidenses podían crear una nueva realidad: una enorme clase media que podía controlar su vida utilizando la libertad que les daban los automóviles para ir a donde quisieran, cuando quisieran y para vivir donde quisieran. Antes del confinamiento, esa visión de lo que significaban los automóviles para nuestra cultura estaba cambiando, específicamente en las ciudades.
En un artículo de Common Edge, hablé brevemente de un concepto que llamo la "Mentira del triple fondo", que postula que más personas, más un mayor consumo de cada persona, más un sistema económico completamente dependiente de los elementos antes mencionados, pueden seguir funcionando para siempre, sin consecuencias. Históricamente, Estados Unidos ha aceptado el significado económico del crecimiento sin fin porque redujo el conflicto de clases. Sin embargo, nos estamos acercando a los límites del crecimiento, tanto desde el punto de vista de los recursos (nos estamos quedando sin materias primas) como desde el punto de vista tecnológico (nuestros inventos son cada vez menos revolucionarios).
https://www.archdaily.cl/cl/956513/el-crecimiento-sostenible-sin-fin-es-un-oximoronChristopher L. Cosper
Asistí a la escuela de posgrado, en geografía, en Tucson, Arizona, Estados Unidos, a fines de la década de 1990. Tucson tiene fama por varias cosas, incluida su herencia mexicano-estadounidense, sus chimichangas, sus islas del cielo y su abundante población de cactus saguaro.
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Background photograph courtesy of Charlie Hui, Viswerk. 2020
Dirigido por las diseñadoras arquitectónicas Khensani de Klerk y Solange Mbanefo, Matri-Archi es un colectivo con sede entre Suiza y Sudáfrica que tiene como objetivo unir a las mujeres africanas para el desarrollo de la educación espacial en las ciudades africanas. A través de la práctica del diseño, la escritura, los podcasts y otras iniciativas, Matri-Archi se enfoca en el reconocimiento y el empoderamiento de las mujeres en el campo de la concepción del espacio y la industria arquitectónica.
ArchDaily tuvo la oportunidad de hablar con las codirectoras del colectivo sobre el espacio hegemónico, la arquitectura informal, la tecnología, las idiosincrasias locales y el futuro de las ciudades africanas y globales. Lee la entrevista completa a continuación.
El espacio público siempre ha sido una prioridad en el programa de planificación urbana de todas las ciudades y, dado el contexto mundial actual, estos espacios urbanos han surgido como elementos clave de las ciudades y los barrios. Las plazas y los parques, necesidades innegables del tejido urbano, se han vuelto hoy, más vitales que nunca.
Nuestras ciudades, vulnerables por naturaleza y diseño, han generado el mayor desafío que la humanidad tiene que enfrentar. Dado que se espera que la gran mayoría de la población se asiente en aglomeraciones urbanas, la rápida urbanización planteará el problema de la adaptabilidad con futuras transformaciones sociales, ambientales, tecnológicas y económicas.
De hecho, la principal problemática de la década cuestiona cómo nuestras ciudades enfrentarán los factores que cambian rápidamente. También analiza los principales aspectos a tener en cuenta para garantizar un crecimiento a largo plazo. En este artículo, destacamos los principales puntos que ayudan a preparar nuestras ciudades para el futuro y crear un tejido habitable, inclusivo y competitivo que se adapte a cualquier futura e inesperada transformación.
Cada vez hay una mayor conciencia sobre la importancia de desarrollar infraestructura para peatones. Estas estructuras mejoran la calidad de las ciudades al conectar espacios y reducir distancias. Su uso beneficia tanto a los peatones como a los miles de ciclistas que buscan un método de transporte más sostenible.
Las infraestructuras peatonales, como puentes, pasarelas y aceras ampliadas, no solo promueven la movilidad sostenible, sino que también contribuyen a la revitalización de las áreas urbanas. Su diseño puede transformar espacios subutilizados en lugares activos, seguros y accesibles para todos, mejorando la cohesión social y fomentando un sentido de comunidad. Al incorporar elementos como vegetación, iluminación inteligente y mobiliario urbano, estas estructuras se convierten en más que simples vías de paso: se transforman en lugares de encuentro y convivencia.
Hoy en día una de los iniciativas en boga respecto al espacio público, diseño participativo y activismo en la ciudad es el llamado urbanismo ciudadano o urbanismo táctico. El planteamiento propone detonar, por medio de intervenciones acotadas y de bajo costo, cambios a largo plazo en el espacio público, es decir, short-term action, long-term change (Street Plans, 2013).
La estrategia utilizada es crear escenarios temporales que visibilicen un problema específico y la formación de intervenciones puntuales para solucionarlo, buscando incorporar a la comunidad para otorgarle relevancia y fomentar su sostenibilidad en el tiempo y, de esta manera, levantar la discusión sobre los beneficios de los proyectos para la calidad de vida en el contexto en que se insertan.