El siglo XX fue testigo de un período de experimentación e innovación a un ritmo sin precedentes, una dirección que también marcó las expresiones arquitectónicas de la época. París, como uno de los principales centros europeos de expresión artística y cultural, también fue el epicentro para la formación de nuevos estilos arquitectónicos, desde la revolución de la arquitectura moderna de Le Corbusier hasta las expresiones del estilo High-Tech, como se ve en el diseño del Centro Pompidou de Renzo Piano y Richard Rogers. La transformación social encontró su expresión a través de instituciones públicas brutalistas o conjuntos residenciales, como los diseñados por Renée Gailhoustet y Jean Renaudie en Irvy-Sur-Seine, mientras que los movimientos políticos atrajeron a arquitectos de todo el océano, incluido Oscar Niemeyer, quien creó su primer edificio europeo en la capital francesa.
Los antiguos laboratorios de animales de la Charité en Lichterfelde, también conocidos como el edificio Mäusebunker, ahora han sido colocados bajo protección de monumentos, salvándolos de la amenaza de demolición que ha estado planeada desde 2010. La estructura brutalista fue diseñada por los arquitectos Gerd y Magdalena Hänska y construida a partir de 1971, y puesta en funcionamiento en 1982. Aunque su imagen fuerte, combinada con su función como laboratorio para pruebas en animales, resultó en el disgusto del público en general, el edificio brutalista lentamente ganó aceptación e incluso un estatus de culto entre los fanáticos del brutalismo.
La Unite d'Habitation, el proyecto de vivienda de Le Corbusier que enfatizaba la vida comunitaria para todos los residentes, se completó en Marsella, Francia, en 1952. Para su aniversario de 70 años, el reconocido fotógrafo Paul Clemence presentó una serie de fotografías del edificio tal como se encuentra hoy en día. Estas imágenes honran la construcción que inició el movimiento brutalista y muestran la condición actual del icónico proyecto.
Brutalist Paris de Nigel Green y Robin Wilson, es un libro que amplía su anterior colaboración: el Brutalist Paris Map (2017). La crítica perspicaz del texto y la fotografía nítida proporcionan un examen detallado de la importancia histórica, política y cultural del brutalismo, con un énfasis particular en su innovador diseño comunal. A través de un análisis meticuloso de los espacios públicos de los edificios seleccionados, incluyendo su orientación, materiales y fachadas, Green y Wilson revisan el legado del movimiento y su contribución al campo de la arquitectura.
El brutalismo es un estilo arquitectónico que se originó en la década de 1950 y se popularizó en la década de 1960. Su nombre proviene del francés "béton brut", que significa "concreto en bruto" ya que este material es uno de los elementos más característicos del estilo. Sus principales características son el uso aparente del concreto, ofreciendo visuales en donde la textura y tonalidad natural son los protagonistas de las edificaciones. Los edificios brutalistas suelen presentar una estética austera y masiva, con formas geométricas simples y repetitivas. El uso de materiales industriales y técnicas constructivas innovadoras también es común en el brutalismo.
En pleno barrio de Recoleta de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se alza el edificio de Clorindo Testa, Héctor César Lacarra y Elena Acquarone sobre un lote de 8.66 m de frente por 42 m de fondo. Proyectado entre 1975 y 1978, posteriormente a la sanción de la ley de propiedad horizontal, la fachada del edificio deja entrever una serie de balcones aterrazados, vacíos y pasarelas accesibles que dan lugar a un juego alternado y de dobles alturas aportando una mayor iluminación y ventilación natural a los diferentes ambientes de las viviendas.
Desde Taiwán hasta los Países Bajos, pasando por Uruguay y Georgia, Jakub Sawosko ha recorrido el mundo fotografiando minuciosamente las obras arquitectónica en hormigón en Instagram, bajo el nombre de @sh_sh_welt.
Después de vivir rodeado y fascinado por la arquitectura de hormigón de posguerra en Europa en sus primeros años, Sawosko se trasladó a Taiwán, donde finalmente se dio cuenta de que el modernismo también había influido mucho en aquel país. "Sentí que esta arquitectura taiwanesa merecía más reconocimiento", explica Jakub en conversación con ArchDaily vía Instagram.
Cuando las ciudades crecen, impulsadas por una población en expansión, la vivienda se convierte en un componente esencial del carácter urbano. En todo el mundo, los gobiernos y estados han propagado experimentos de vivienda, con resultados mixtos y, sin duda, opiniones mixtas. Las urbanizaciones de la era soviética de Europa Central y Oriental son particularmente interesantes en ese sentido. Estos proyectos de viviendas masivas han sido considerados como adefesios y vistos como estructuras monolíticas sin imaginación. El legado de estos desarrollos, sin embargo, es mucho más complicado que eso.
Los orígenes del brutalismo son posibles de rastrear en el Reino Unido de la década de 1950 durante el periodo de posguerra. Sin embargo, no existen registros claros de sus límites o marcos teóricos iniciales. A pesar de ello, es de múltiple acuerdo que buscó sostener como valor principal la sinceridad constructiva y que tuvo, en la ejecución de la Unidad Habitacional de Marsella (1952) de Le Corbusier, un punto de inflexión para su difusión global (Casado, 2019). Para autores como Banham (1966) o Collins (1977), la sinceridad constructiva en los edificios brutalistas no solamente hace referencia a criterios materiales o técnicos, sino también morales, políticos o éticos. Estas variables, en naciones como el Perú, fueron fundamentales y edificaron una estética mientras se intentaba, a través y desde la arquitectura, de construir una idea de país. Este ensayo busca ser una aproximación a esas ideas y experiencias.
Vista de la entrada principal. Image Cortesía de Weberhofer, W. (1970). Edificio PetroPerú. [Fotografías]. Archivo de la familia Weberhofer, Lima. Visitado el 3 de octubre de 2014
El edificio Petroperú, diseñado en conjunto por los arquitectos Walter Weberhofer y Daniel Arana Ríos, fue el resultado de un concurso estatal realizado por el Gobierno Militar de Velasco Alvarado a inicios de 1970. La edificación, estratégicamente ubicada en la capital del Perú, dentro del próspero distrito de San Isidro, fue proyectada para albergar la reciente empresa estatal encargada del proceso completo del petróleo en el país (Petroperú S.A.). Por lo que el monumental edificio construido e inaugurado en 1973, se convirtió en el símbolo del nuevo régimen instalado.
El término "arquitecto" puede estar abierto a interpretaciones como "artista". Sin embargo, la definición universalmente reconocida del rol es la de quien diseña y planifica edificios, y un miembro fundamental en términos de la construcción de ellos. La arquitectura como profesión, sin embargo, se presenta como una ocupación muy diversa. Como arte y ciencia en todos los sentidos, ofrece información sobre una amplia gama de temas que se pueden aplicar a una variedad de actividades diferentes.
A los estudiantes de arquitectura a menudo se les ofrecen caminos tan rígidos, limitados por estas ideas miopes de que un arquitecto debe seguir una dirección específica para prosperar en el campo. Cuando en realidad es interesante notar las vastas oportunidades que surgen cuando se da la oportunidad de diversificar. Aquí están los arquitectos que se ramificaron para convertirse en diseñadores de moda exitosos...
El edificio Pirelli Tire de Marcel Breuer, un ícono de la arquitectura brutalista en Estados Unidos, está siendo repensado y convertido en un hotel por la empresa Becker and Becker. Tras permanecer largos años en estado de abandono, la estructura fue vendida en el año 2020 al arquitecto y desarrollador Bruce Redman Becker, quien busca transformarla en un hotel sostenible de 165 habitaciones. La escultural estructura de hormigón pretende ser un modelo para los hoteles de diseño pasivo, utilizando tanto sus características arquitectónicas únicas como las innovadoras técnicas de reutilización adaptativa.
Municipalidad de Boston. Imagen cortesía de Utile and Reed Hilderbrand
"La demolición es un desperdicio de muchas cosas: un desperdicio de energía, de material y de historia", dice Anne Lacaton, arquitecta ganadora del Premio Pritzker de Arquitectura. En los últimos años, la rehabilitación y la reutilización adaptativa se han vuelto omnipresentes dentro del discurso arquitectónico, a medida que la profesión se está volviendo más consciente sobre cuestiones como los residuos, el uso de recursos y las emisiones de carbono incorporadas. Sin embargo, la práctica de actualizar el stock de edificios existente carece de consistencia, especialmente cuando se trata de herencia brutalista. A continuación se exploran los desafíos y oportunidades de renovación y reutilización de la arquitectura de posguerra, destacando cómo estas estrategias pueden desempeñar un rol importante en el abordaje de la crisis climática y traducir el objetivo de cero emisiones netas en realidad, mientras al mismo tiempo pueden darle una nueva vida a los espacios existentes.
Diseñado por la arquitecta Renée Gailhoustet en 1972, el complejo residencial Cité Spinoza es parte del plan maestro creado para el centro de Ivry-sur-Seine, Francia. El proyecto es una interpretación de la Unité d'Habitation de Marseille de Le Corbusier, una importante referencia arquitectónica para los arquitectos en ese momento. El fotógrafo de arquitectura Anthony Saroufim recorrió las calles del Banlieue parisino y capturó la geometría concreta distintiva de esta arquitectura modernista.
El Crematorio Jayme Augusto Lopes, conocido popularmente como Crematorio de Vila Alpina, está ubicado en Jardim Avelino, en el lado este de la ciudad de São Paulo. Su diseño estuvo a cargo del arquitecto Ivone Macedo Arantes -entonces empleado del Departamento de Cementerios de la Ciudad de São Paulo- y fue inaugurado en 1974. Es considerado el primer crematorio de Brasil y América Latina y uno de los más grandes de Brasil y el mundo.
https://www.archdaily.cl/cl/965717/clasicos-de-arquitectura-crematorio-vila-alpina-ivone-macedo-arantesEquipe ArchDaily Brasil
Poco conocido por la mayoría de la gente, el Cáucaso Norte es una región extremadamente compleja y remota, formada por una gran variedad de diferentes etnias, idiomas, religiones y, en consecuencia, arquitecturas. En su patrimonio construido encontramos de todo, desde edificios de la era zarista hasta mezquitas, así como mosaicos, monumentos y edificios tradicionales de la era soviética en un estilo brutalista.
Escenario de hechos polémicos y disputas históricas, el Cáucaso Norte es un territorio culturalmente heterogéneo y está situado en la frontera entre Europa y Asia, entre la ex Unión Soviética y Oriente Medio, entre la fe cristiana y el mundo islámico. Ilustrado con fotografías de Gianluca Pardelli, Thomas Paul Mayer y Nikolai Vassiliev, este artículo es una invitación a descubrir la historia y la arquitectura de esta peculiar región del planeta: Ciscaucasia o Cáucaso Norte.
En su libro “El Brutalismo en Arquitectura: ¿Ética o estética?”, Reyner Banham establece el que, según él, fue uno de los momentos claves para definir la raíz semántica del término Brutalismo “existe un hecho arquitectónico indiscutible: la obra de hormigón de Le Corbusier: la Unité d'habitation de Marsella. Y si hay una sencilla fórmula verbal que haya hecho admisible el concepto de Brutalismo en muchos idiomas del mundo occidental consiste en que el propio Le Corbusier describiese esa obra como de «Béton brut» (hormigón en bruto). Término y edificio surgen, pues, conjuntamente”. En su libro, Banham marca como hito histórico la construcción de la Unidad Habitacional y remarca con especial énfasis su condición material. A partir de allí, elhormigón armado en bruto queda definido como el material predilecto de este tipo de arquitectura. Si bien, igualmente, hay cierta indefinición teórica respecto a los límites y alcances del término “brutalista”, hay ciertas constantes sobre sus parámetros estéticos que permiten establecer una línea de análisis relativamente concreta. En estos términos, los edificios pertenecientes al brutalismo se caracterizan por su sinceridad constructiva -mostrando y evidenciando el material que compone la arquitectura, así como su lógica constructiva y estructural- la geometría de sus formas y la aspereza de las superficies.