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Arquitectos: NOMO STUDIO
- Área: 350 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Adrià Goula
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Proveedores: Aquitania Menorca, Bosch, Doméstico Shop, Franke, JUNG, Laufen, Roca, Sanycces, Siemens, Technal

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Situada en una parcela trapezoidal y alargada, esta vivienda de 350 m² se despliega como una secuencia de volúmenes que se acomodan a la topografía, estableciendo una relación fluida entre paisaje y arquitectura. La orientación oblicua de las vistas al mar desde el solar, inicialmente percibida como un desafío, se convierte en una oportunidad proyectual mediante la apertura estratégica de la esquina oeste que enmarca la silueta de la isla de Mallorca en el atardecer.




El esquema organizativo fragmenta el programa en nueve volúmenes rectangulares de alturas variables, que se escalonan en la pendiente y se articulan en torno a los árboles preexistentes. Este gesto genera una serie de retranqueos que no solo enfatiza la lectura de la geometría, sino que también define espacios intermedios de transición, donde interior y exterior se entrelazan con naturalidad.

En el núcleo de la vivienda, un patio de 6x6 metros actúa como regulador ambiental y epicentro espacial. Su luz difusa baña los interiores, amplificada por los altos techos de las estancias que lo rodean. Equipado con bancadas de obra y elementos textiles, el patio se comporta como un espacio intersticial adaptable, proporcionando sombra y ventilación cruzada en verano, y funcionando como un resguardo frente al viento en invierno. La continuidad espacial interior-exterior se refuerza mediante la apertura total de dos esquinas acristaladas, que desdibujan los límites entre el porche, la sala de estar y el patio. Esta conexión, concebida con precisión estructural, genera voladizos que intensifican la sensación de ingravidez, maximizando la relación visual con el horizonte marítimo.


Materialmente, el proyecto se construye desde la honestidad tectónica. Vigas de hormigón expuesto flotan entre muros portantes de mampostería y columnas metálicas esbeltas, sosteniendo una envolvente acristalada que diluye la noción de cerramiento. La modulación estructural se expresa en la seriación de bóvedas cerámicas y bloques de hormigón, estableciendo un sistema constructivo coherente que encuentra su reflejo en el pavimento de piedra arenisca local. La tonalidad clara de la fachada contribuye a disipar el calor, potenciando una arquitectura eficiente climáticamente y en sintonía con su contexto arquitectónico.



En el interior, una paleta cromática de tonos terrosos y materiales naturales configura una atmósfera cálida y envolvente. La piedra arenisca, la cerámica, el granito y la madera aportan profundidad táctil y densidad visual. En contraste con la sobriedad de la envolvente exterior, el interior se articula a través de una riqueza material expresada en cuidados patrones y sistemas constructivos expuestos, donde la textura y el detalle adquieren protagonismo. El acceso, definido por un vestíbulo de doble altura en continuidad visual con el patio, genera una percepción de pronunciada verticalidad. En su interior, una escalera metálica de trazo escultórico se despliega en espiral, estableciendo una conexión fluida entre ambos niveles. En planta baja, los espacios se organizan en torno al patio central, favoreciendo circulaciones permeables y continuidades visuales. Los dormitorios en suite refuerzan la percepción de amplitud mediante una configuración diáfana, donde lavabos exentos, grandes superficies espejadas y cabinas de vidrio estriado para WC y ducha configuran un lenguaje de transparencia y ligereza. Los armarios, concebidos como estructuras abiertas con cortinas en lugar de puertas, suavizan la materialidad del conjunto y optimizan el uso del espacio.

La piscina se integra de manera orgánica en la arquitectura, diluyendo los límites entre el agua y la construcción. Su presencia rodea el área de comedor, generando un efecto envolvente donde la percepción del espacio se dilata en el reflejo acuático.