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Arquitectos: Vela Oficina
- Área: 50 m²
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Fotografías:Camila Alba

Descripción enviada por el equipo del proyecto. El apartamento está ubicado en un edificio de flats en la Calle Bela Cintra y aún mantenía las características originales desde la entrega del proyecto en los años 1990: espacios recortados, molduras, carpintería oscura y muebles sin mucha personalidad. Habiendo pasado mucho tiempo sin mantenimiento, necesitaba una restauración y una actualización, lo que se convirtió en una buena oportunidad para una pequeña reforma. Con un bajo presupuesto y cambios puntuales, este proyecto generó un gran impacto al proponer la eliminación de elementos y hacer que el inmueble de dos habitaciones fuera mucho más amplio y adecuado para las necesidades de una estadía de corta duración. La demolición de la pared que separaba la cocina de la lavandería y la retirada de los marcos originales, junto con el nuevo cierre acristalado de la terraza, incorporaron el espacio antes ocioso a la sala y a la cocina, trayendo la vista despejada de la ciudad al interior del apartamento.



Las molduras y detalles de yeso en el techo también fueron retirados, revelando las tuberías de cobre del sistema de incendios, lo que, junto con la estructura de concreto que se dejó expuesta, generó un aspecto más interesante al conjunto. Los armarios más pesados fueron sustituidos por estanterías superfinas de metal, algunas pintadas de blanco e incorporadas a la pared, y otras pintadas de vino, recibiendo un poco más de contraste. La encimera de la cocina original también fue retirada, dando lugar a una nueva, ahora en concreto moldeado in situ, con nuevos gabinetes de carpintería. Los pisos fríos de la terraza y del baño fueron regularizados y pintados con pintura epóxica en colores más vibrantes, como el azul marino y el verde más claro, una solución práctica y económica para minimizar el tiempo de obra, reducir escombros y al mismo tiempo aportar más puntos de color al ambiente.



Para articular el nuevo diseño de la sala/cocina, se diseñó y construyó un mobiliario hecho en MDF ultra crudo, cortado en máquina CNC y montado completamente con un sistema de encaje. Con dos funciones, la pieza es el sofá y al mismo tiempo la mesa auxiliar de la cocina, sirviendo como espacio para comidas y descanso. Para finalizar la intervención, los cuadros del acervo personal de la propietaria fueron reorganizados con nuevas decoraciones y una iluminación más acogedora, además del paisajismo cerca de la ventana, haciendo que el apartamento sea prácticamente irreconocible.
