El 15 de enero de 1936 se inaugura en la calle Florida n° 1065 -junto a la barranca de la histórica plaza San Martín del barrio Retiro en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires-, el edificio Kavanagh, diseñado por los arquitectos Gregorio Sánchez, Ernesto Lagos y Luis María de la Torre. La torre de departamentos actualmente constituye uno de los emblemas de la arquitectura racionalista en Argentina.
La obra de 120 metros de altura sería en ese entonces el rascacielos con estructura de hormigón armado más alto de latinoamérica. Su volumetría escalonada tipo Art Déco -similar a la proa de un barco- conforma terrazas jardín desde donde actualmente se visualiza la céntrica escena urbana porteña: edificios históricos como las cúpulas de la basílica del Santísimo Sacramento o la estación de Retiro, y la escena paisajística natural de la plaza diseñada por Carlos León Thays y el horizonte del Río de la Plata.
La construcción se inicia el 16 de abril de 1934, promovida por Corina Kavanagh -quién le da nombre al pasaje que divide al edificio del anexo Hotel Plaza- con los trabajos conjuntos de la empresa constructora del ingeniero Rodolfo Cervini y de los arquitectos Sánchez, Lagos y de la Torre.
La obra demoró sólo 14 meses, sin embargo, la estructura de hormigón armado -de 1.600 km. de barras de acero-, llegó a su altura máxima a los 6 meses de su inicio. El mismo año de su concreción, el edificio obtuvo el Premio Municipal de Casa Colectiva y de Fachada, y posteriormente una distinción por parte del American Institute of Architects. Además, comparte un galardón, de la Sociedad de Ingenieros de los Estados Unidos, con la Torre Eiffel, la Represa de Assuan y el Canal de Panamá debido a sus características técnicas.
El proyecto cuenta con 28.000 m2 de superficie edificada en sus 31 pisos a los que se accede por 5 escaleras y 12 ascensores. Contiene 103 departamentos y 10 locales en planta baja. También, como incorporación avanzada en el contexto de la obra, se colocó un equipo de aire centralizado, una pileta y un sistema telefónico central. No tiene cocheras ni portero eléctrico, por lo que -a pesar de la cantidad de departamentos- todas las personas invitadas deben anunciarse en recepción.
Existe una historia urbana -también comentada en la película argentina “Medianeras”- que cuenta que Corina Kavanagh, miembro de una familia adinerada aunque no patricia, hizo construir el edificio para obstaculizar la vista de la iglesia del Santísimo Sacramento, utilizada como sepulcro familiar de la familia Anchorena, como venganza por un romance no aceptado con un joven de esa familia. Algunos desestiman esta historia ya que no hay un correlato cronológico de los hechos, pero si es cierto que el único lugar desde donde es posible ver de frente la fachada de la basílica, es por la entrada desde el pasaje Corina Kavanagh.
Una diferente historia cuenta que la propietaria mandó a construir la torre -financiada por la venta de campos pertenecientes a su familia- para asegurarse una renta de por vida. Además, en ese contexto no existía una ley que regulara la propiedad horizontal por lo que solo se podían alquilar los departamentos.
Actualmente -y desde el año 1999- integra al Patrimonio Mundial de la Arquitectura de la Modernidad por disposición de la UNESCO. También desde el mismo año se encuentra declarada como Monumento Histórico Nacional, por lo que todas las intervenciones o reparaciones deben ser acordes a los valores de 1936.
* Para ver más planimetrías del edificio, revisa los planos extraídos del libro "1930-1950 Arquitectura moderna en Buenos Aires", FADU-Borghini-Salama-Solsona, 1987, Ed. CP67, publicados por Adrián Mallol i Moretti en su Flickr.